El cuidado
de las plantas, tanto en interiores como al aire libre, es importante para
mantener su salud y apariencia. Si deseas que florezcan más o si solo quieres
salvar a una planta que luce enfermiza, ¡no te preocupes! Tenemos muchos
consejos y curiosidades para cuidar de tus plantas.
Elige la ubicación correcta. Aunque tengas la mesa auxiliar
perfecta o un mostrador para tu planta de interior, es posible que necesites
reorganizar las cosas un poco dependiendo de las necesidades individuales de
cada planta. Encuentra un lugar con buena luz, lejos de una salida de
calefacción o aire acondicionado, por encima de un radiador o televisión y
frente a las cortinas.
- Para tener abundante luz solar,
coloca la planta en una ventana que dé al este o al oeste. Para obtener
luz solar leve, es recomendable tener una ventana orientada al sur. Si
deseas darle poca luz solar, coloca la planta en una ventana que dé al
norte.
- No coloques la planta en un
lugar donde pueda caerse fácilmente, ya sea a causa de los niños o de los
animales domésticos.
Proporciónale
la cantidad correcta de agua. El agua puede ser la razón principal de la muerte de
una planta, ya sea que tenga demasiada o que le haga falta. Asegúrate de que tu
planta reciba mucha humedad, dependiendo de su tipo. En la mayoría de los
casos, deberás asegurarte de que la tierra del envase de tus plantas esté
húmeda en todo momento, pero no empapada. El suelo nunca debe estar tan seco
como para desmoronarse.
- Algunas plantas, como las
suculentas y los cactus, requieren riegos poco frecuentes cada pocas
semanas.
- En los meses de invierno,
cuando el aire esté más seco, rocía las plantas con una botella en aerosol
o usa un humidificador para proporcionarles humedad extra sin que las
raíces se enloden en el suelo húmedo.
Mantén a las
plantas libres de plagas y polvo. Con el tiempo, pueden llegar a enfermarse o tener una
apariencia pobre como resultado de la acumulación de polvo y las infecciones de
plagas de insectos. Puedes prevenir los problemas de salud de tus plantas al
limpiarlas con un paño suave y un jabón insecticida orgánico cada pocos meses.
Si notas que tus plantas lucen polvorientas y medio marchitas, cuídalas más y
límpialas con mayor frecuencia. Trasládalas a una nueva ubicación si es
necesario.
- No utilices un plumero para
limpiar las plantas, ya que puedes transferir plagas bacterianas de un
lugar a otro, así como infectar también a tus plantas.
- Si no quieres utilizar
insecticida, puedes lavar suavemente las plantas con el rociador de tu
fregadero o ducha y agua tibia.
Asegúrate de que tus plantas reciban la alimentación
adecuada. Si tus
plantas parecen un poco monótonas, significa que no están recibiendo los
nutrientes necesarios de la tierra. Visita un semillero de tu localidad y ve
qué alimentos o fertilizantes para plantas son de utilidad en tu jardín. Puedes
agregar estiércol de aves o composta en el suelo como una forma natural de
proporcionar nutrientes para tus plantas.
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