DEGLACIACIÓN


El cambio climático, sus repercusiones sociales y económicas en un futuro muy próximo y la gestión del recurso agua son las prioridades científicas a nivel mundial de la presente centuria, pues el uso del agua está estrechamente ligado a la supervivencia de las generaciones actuales y futuras, tanto para la satisfacción de sus necesidades vitales, como para el desarrollo de actividades productivas, tales como agricultura, energía, industria y otros.

Los glaciares constituyen las reservas sólidas de agua dulce y por su gran sensibilidad al cambio climático, los glaciares tropicales son excelentes indicadores de la evolución del clima. El territorio del Perú, pese a encontrarse dentro de la región del trópico del sur, debido a las grandes elevaciones que presenta la Cordillera de los Andes, con altitudes superiores a los 6000 msnm., existen en ésta aún áreas glaciares significativas, las cuales vienen experimentando un dramático proceso de ablación y retroceso debido a los efectos del cambio climático a escala regional y mundial.
En 1970 en nuestro país existían 18 grandes áreas glaciares o cordilleras nevadas que cubrían una extensión de 2041 km2 (UGRH); en 1997 se tienen 1595 km2 (INAGGA), es decir en el transcurso de sólo 27 años la reducción es del orden del 21,8%., lo cual representa una considerable pérdida de las masas de hielo; tanto así que actualmente glaciares pequeños con escasa o ninguna zona de acumulación están desapareciendo en su totalidad.

En la Cordillera Blanca, en 1970 se tenía un área glaciar de 723.37 Km2 (UGRH), en 1997 se determinaron 611.48 Km2 (INAGGA), teniéndose una perdida de área glaciar de 111.89 Km2 que representa el 15.46%.



Por otra parte en nuestro país (ONERN 1980) existían aproximadamente 12000 lagunas, la gran mayoría de origen glaciar, muchas son aprovechadas como embalses reguladores. En el departamento de Ancash se contaba con casi 1000 lagunas (8% del total del país).

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